Pactos sucesorios y mediación para grandes patrimonios

Actualmente, de forma preventiva, estamos recomendando a nuestros clientes con empresas familiares y/o grandes patrimonios, la elaboración de pactos sucesorios. Estos pactos, adoptados entre familiares y socios de las empresas, tienen como objetivo el regular ciertos aspectos no establecidos estatutariamente, así como complementar o especificar las relaciones internas, legales o estatutarias por las que se rige la empresa y/o la familia.

El pacto sucesorio tiene entre las partes contratantes la misma naturaleza jurídica de un contrato con fuerza de ley. Su eficacia se encuentra limitada a los miembros de la familia que lo subscriben, pero consigue prever los diferentes escenarios posibles. De esta forma, la familia tiene clara la hoja de ruta en la empresa familiar en casos de fallecimientos, separaciones, etc. de alguno de los miembros.

Si bien los pactos sucesorios pueden adoptar cualquier forma, ya sea, acuerdo verbal, documento privado o documento público, (en base al principio de libertad de forma que rige para los contratos), desde Suandco aconsejamos recoger los mismos en documento público ya que éste siempre ofrece una seguridad jurídica que no aporta el privado y mucho menos un acuerdo verbal.

No siempre llegamos a tiempo a establecer unos pactos sucesorios. En ocasiones, este pacto no existe y se produce el conflicto de familia, donde los enfrentamientos derivados de los diferentes intereses, originados en disputas emocionales, suelen llevar a las partes a litigios costosos en dinero, tiempo y dolor.

En el caso de las sucesiones, podemos encontramos con familias cuyas disputas pueden llegar a desencadenar reclamaciones judiciales. En este caso, en Suandco lideramos la figura de mediador para evitar o minimizar el conflicto.

Nuestro objetivo como mediadores es permitir que las partes en conflicto lleguen a un acuerdo. La tarea no es fácil. Cada caso tiene características singulares que con frecuencia tornan ilusorias las pautas que se utilizan de manera general. Nuestra experiencia en este tipo de situaciones nos lleva a saber adaptarnos al caso en cuestión y a adoptar una forma de trabajar que en la mayoría de ocasiones conlleva que el proceso acabe de forma exitosa consiguiendo el acuerdo entre las partes.